La fasolada, también conocida como sopa de judías blancas, es un plato tradicional de la cocina griega. Se trata de una sopa caliente y reconfortante, perfecta para los días fríos de invierno. Además, es una receta muy saludable y nutritiva, ya que las judías blancas son una excelente fuente de proteínas, fibra y vitaminas.
Este plato tiene su origen en la región de Etolia-Acarnania, situada en el centro-oeste de Grecia. En esta zona, la fasolada es considerada un plato típico y se consume de forma habitual durante los meses más fríos del año. Sin embargo, su popularidad se ha extendido por todo el país y hoy en día es uno de los platos más representativos de la gastronomía griega.
Ingredientes
- 500g de judías blancas
- 1 cebolla
- 2 zanahorias
- 2 tomates
- 1 pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 cucharada de orégano
- 1 cucharada de pimentón dulce
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
Antes de comenzar con la preparación de la fasolada, es importante dejar las judías blancas en remojo durante toda la noche anterior. Esto ayudará a que se ablanden y se cocinen más rápido.
- En una olla grande, calentar un poco de aceite de oliva a fuego medio. Añadir la cebolla, el pimiento y las zanahorias, todo bien picado, y saltear durante unos minutos.
- Agregar los tomates picados, el ajo machacado, el laurel, el orégano y el pimentón. Mezclar bien y dejar cocinar durante unos 5 minutos.
- A continuación, incorporar las judías blancas escurridas y cubrirlas con agua. Dejar cocinar a fuego medio-bajo durante aproximadamente una hora y media, o hasta que las judías estén tiernas.
- Si la sopa queda demasiado espesa, se puede añadir un poco más de agua. Rectificar la sazón con sal y pimienta al gusto.
- Servir la fasolada caliente, acompañada de un buen pan crujiente y un chorrito de aceite de oliva por encima.
La fasolada es un plato muy versátil y se puede adaptar fácilmente a diferentes gustos y preferencias. Por ejemplo, se pueden añadir otros tipos de verduras, como patatas o calabacín, o incluso un poco de carne o chorizo para darle un toque más sustancioso.
Beneficios para la salud
Además de ser un plato delicioso, la fasolada aporta numerosos beneficios para la salud. Las judías blancas son una excelente fuente de proteínas vegetales, lo que las convierte en una opción ideal para las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana. También son ricas en fibra, lo que ayuda a regular el tránsito intestinal y a mantener un sistema digestivo saludable.
Otro beneficio de las judías blancas es su contenido en hierro, un mineral esencial para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el cuerpo. Además, son una buena fuente de vitaminas del grupo B, como la niacina y el ácido fólico, que son importantes para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
En resumen, la fasolada es un plato delicioso, nutritivo y reconfortante que no puede faltar en la mesa durante los meses de invierno. Su sencilla preparación y sus beneficios para la salud la convierten en una receta imprescindible en cualquier hogar. ¡Buen provecho!
