Origen de la Poutine
La Poutine es un plato típico de la gastronomía canadiense, específicamente de la provincia de Quebec. Su origen se remonta a la década de 1950, cuando un cliente de un restaurante en la ciudad de Warwick pidió al dueño, Fernand Lachance, que le sirviera papas fritas con queso. Lachance, al no tener queso rallado en ese momento, decidió utilizar queso en cuadritos y así nació la Poutine.
Ingredientes
- Papas
- Queso en cuadritos (tradicionalmente se utiliza queso Cheddar)
- Salsa gravy
La salsa gravy es una salsa espesa hecha a base de caldo de carne, harina y mantequilla. También se pueden agregar otros ingredientes como cebolla, ajo, vino tinto, entre otros, para darle un sabor más intenso.
Preparación
Para preparar la Poutine, se deben seguir los siguientes pasos:
- Cortar las papas en forma de bastones y freírlas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes.
- Colocar las papas en un plato o en un recipiente apto para horno.
- Agregar los cuadritos de queso encima de las papas calientes para que se derritan un poco.
- Preparar la salsa gravy y verterla sobre las papas y el queso.
- Servir caliente y disfrutar de esta deliciosa receta canadiense.
La Poutine se puede servir como plato principal o como acompañamiento de una hamburguesa o una parrillada. Además, se pueden agregar otros ingredientes como carne deshebrada, tocino, cebolla caramelizada, entre otros, para darle un toque más gourmet.
Curiosidades
La Poutine se ha convertido en un plato muy popular en Canadá, tanto que se celebra el «Día Nacional de la Poutine» el 13 de abril. Además, existen competencias y festivales dedicados a este plato, como el «Festival de la Poutine de Drummondville» y el «Campeonato Mundial de Poutine» en Quebec.
Impacto cultural
La Poutine ha trascendido fronteras y se ha vuelto popular en otros países, especialmente en Estados Unidos. Incluso, en algunos lugares se ha adaptado a los gustos locales, como en México donde se le agrega salsa picante y se conoce como «Poutizza».
Conclusión
La Poutine es un plato que representa la cultura y la identidad canadiense. Su sencillez y su delicioso sabor la han convertido en un símbolo de la gastronomía de Quebec y en una de las comidas más reconocidas a nivel internacional. Si tienes la oportunidad de probarla, no dudes en hacerlo y experimentar un pedacito de Canadá en tu paladar.
