Las gambas con miel y nueces es un plato típico de la gastronomía mediterránea que combina a la perfección el sabor salado del marisco con el dulzor de la miel y el toque crujiente de las nueces. Esta deliciosa receta es originaria de la costa mediterránea de España, pero se ha extendido por todo el mundo gracias a su sabor único y su fácil preparación.
Ingredientes
- 500 gramos de gambas frescas
- 2 cucharadas de miel
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 diente de ajo picado
- 50 gramos de nueces picadas
- Sal y pimienta al gusto
Para preparar este exquisito plato, lo primero que debemos hacer es limpiar y pelar las gambas, dejando únicamente la cola. En una sartén a fuego medio, calentamos el aceite de oliva y añadimos el ajo picado. Una vez que el ajo esté ligeramente dorado, agregamos las gambas y las cocinamos durante unos 3 minutos por cada lado.
El toque especial: la miel y las nueces
Una vez que las gambas estén cocidas, añadimos la miel y las nueces picadas a la sartén. Mezclamos bien todos los ingredientes y dejamos cocinar por unos 2 minutos más, hasta que la miel se haya caramelizado y las nueces estén ligeramente tostadas.
Para darle un toque de sabor extra, podemos añadir un poco de sal y pimienta al gusto. Sin embargo, es importante no abusar de la sal ya que las gambas ya son naturalmente saladas.
Sugerencias de presentación
Las gambas con miel y nueces pueden servirse como plato principal acompañado de una ensalada fresca o de arroz blanco. También pueden ser una excelente opción para un aperitivo o entrante en una cena especial. En este caso, podemos servirlas en pequeñas cazuelas individuales y decorar con una ramita de perejil fresco.
Otra forma de presentar este plato es en brochetas, alternando las gambas con trozos de piña o de pimiento rojo. Esto le dará un toque de color y un contraste de sabores muy interesante.
Beneficios para la salud
Además de su delicioso sabor, las gambas con miel y nueces son una opción saludable para incluir en nuestra dieta. Las gambas son una excelente fuente de proteínas y minerales como el hierro y el calcio. La miel, por su parte, es rica en antioxidantes y tiene propiedades antiinflamatorias. Las nueces aportan grasas saludables y son una fuente de vitamina E.