Introducción
El Cabrito à padeiro es un plato típico de la gastronomía portuguesa, específicamente de la región de Beira Alta. Esta zona se encuentra en el centro de Portugal y es conocida por su rica tradición culinaria, en la que destacan platos como el leitão à Bairrada, la chanfana y por supuesto, el delicioso cabrito à padeiro.
Origen e historia
Este plato tiene sus orígenes en las antiguas tradiciones pastoriles de la región, donde el cabrito era una de las principales fuentes de alimento. La receta se ha transmitido de generación en generación, manteniéndose fiel a sus ingredientes y técnicas de preparación originales.
Ingredientes
- 1 cabrito entero
- 2 cebollas
- 4 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 ramita de tomillo
- 1 ramita de romero
- 1 vaso de vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
Para comenzar, se debe limpiar y trocear el cabrito en pedazos pequeños, asegurándose de quitar cualquier exceso de grasa. Luego, se colocan las piezas en una olla grande con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta al gusto. Se deja cocinar a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que el cabrito se dore por ambos lados.
Mientras tanto, se cortan las cebollas y los dientes de ajo en trozos pequeños y se añaden a la olla junto con las hojas de laurel, el tomillo y el romero. Se remueve todo bien y se deja cocinar por unos 5 minutos más.
Después de este tiempo, se agrega el vaso de vino blanco y se deja cocinar a fuego bajo durante aproximadamente una hora, hasta que el cabrito esté bien tierno y se deshaga fácilmente con un tenedor.
Una vez listo, se sirve el cabrito à padeiro acompañado de patatas asadas y una ensalada fresca. ¡Buen provecho!
Consejos
Para lograr un sabor aún más auténtico, se recomienda utilizar un cabrito de calidad y dejarlo marinar en una mezcla de vino blanco, ajo y hierbas durante unas horas antes de cocinarlo. También se puede añadir un poco de jugo de limón para darle un toque cítrico al plato.
Conclusión
El cabrito à padeiro es un plato que no puede faltar en una buena mesa portuguesa. Su sabor y textura lo convierten en una verdadera delicia para los amantes de la carne. Además, su historia y tradición lo hacen aún más especial, siendo una representación de la riqueza cultural de la región de Beira Alta.
